Facundo, un joven argentino de 21 años, perdió la vida luego de verse envuelto en un asalto a un oficial de policía, desencadenando una balacera que terminó con su vida.
La madre del fallecido ha expresado su dolor y angustia ante lo sucedido, calificando el desenlace como cruel e inesperado, de acuerdo a información publicada por Milenio.
La noticia llegó de manera repentina a la familia cuando un joven se presentó en su casa para informarles sobre lo ocurrido con Facundo. Según relatos, el joven fue encontrado herido en el suelo después de recibir disparos durante la balacera.
Desesperación en el hospital
Facundo fue rápidamente trasladado a un hospital para recibir atención médica, donde su madre acudió con prisa para estar a su lado en esos momentos críticos.
Los médicos informaron a la madre que las lesiones sufridas por el joven, especialmente en la cabeza, eran graves y que su situación era delicada.
A pesar de los esfuerzos médicos, la situación de Facundo se complicó aún más. La madre fue supuestamente mantenida informada sobre su estado, enfrentando la angustia de ver a su hijo luchando entre la vida y la muerte, mientras la disponibilidad limitada de hospitales complicaba aún más la situación.
Dudas y sospechas
La historia dio un giro cuando la madre recibió la noticia de que Facundo había sufrido un paro cardiorrespiratorio. Al ver el cuerpo de su hijo en el hospital, Antonia notó la falta de signos de atención médica, lo que la llevó a cuestionar si realmente había recibido la atención necesaria antes de fallecer.
Según Antonia, el cuerpo de Facundo ya mostraba signos de rigidez y no presentaba marcas de tratamiento médico, lo que la lleva a creer que su hijo podría haber sido dejado a su suerte sin recibir la atención adecuada.
Hacía más de tres horas que ya estaba muerto. Yo sé lo que significa de una hora a otra que un cuerpo esté muerto. No tenía marcas de una vía y tampoco indicios de recibir medicación”.