Grupo armado abre fuego contra activistas que ayudan a niños huérfanos en Michoacán

Share

Dos miembros de la organización sin fines de lucro “Voz de los Olvidados”, que ayuda a niños huérfanos en México, fueron atacados con armas de fuego cuando se trasladaban en su auto por la carretera de Ciudad Hidalgo.

Se trata del ciudadano estadounidense Justin Boynton y la mexicana Mar Maya, cofundadores de dicha organización, quienes de acuerdo con un comunicado que emitieron, el pasado 22 de octubre regresaban de visitar una propiedad para la fundación “Voz de los Olvidados”, cuando de pronto notaron un vehículo detenido en el carril opuesto con las luces altas, por lo que disminuyeron la velocidad.

Al acercarse, las luces de ese vehículo se iluminaron y aproximadamente siete sujetos enmascarados salieron de él y les apuntaron con armas largas, por lo que Justin detuvo su vehículo, tras lo cual, los sujetos armados abrieron fuego contra ellos.

Justin rápidamente manejó en reversa su camioneta hasta donde le permitió el camino para enseguida comenzar un giro en U, pero antes de poder completar el giro, otro vehículo se acercó rápidamente a ellos, desde donde más hombres armados comenzaron a dispararles.

Justin no tuvo tiempo de completar el giro y aceleró hacia la barricada original a gran velocidad, pasando a través de una lluvia de balas
que perforaron el parabrisas, el capó y el asiento del conductor.

Justin y Mar siguieron huyendo, pero su camino fue bloqueado una vez más por otra camioneta, contra la cual chocaron. Iban aproximadamente a 80 kilómetros por horam por lo que su auto volcó 360 grados y aterrizó sobre sus ruedas nuevamente.

En ese momento, los dos activistas salieron inmediatamente del vehículo y corrieron hacia el bosque, a un costado del camino, mientras continuaban los disparos con armas automáticas.

Justin y Mar se refugiaron en el bosque durante más de una hora, esperando que la policía respondiera a su llamado al 911.

Después de todo lo sucedido, ambos lograron escapar sin heridas de bala, ni lesiones graves, a pesar de que les dispararon más de 40 rondas con armas automáticas y sufrieron un choque a alta velocidad.

“Estamos agradecidos con Dios por el milagro del 22 de octubre”, declararon.