Anna Sorokin, la joven alemana que estafó a la élite financiera de Nueva York haciéndose pasar por una heredera millonaria, dijo que luchará para no ser deportada a Alemania y poder quedarse en la ciudad estadounidense después de ser liberada tras años de prisión.
Sorokin, de 31 años, cuya extraordinaria historia inspiró una serie de ficción Inventando a Anna, en Netflix y que ha sido un fenómeno en redes sociales, fue puesta en libertad bajo fianza el viernes por la noche e inmediatamente en arresto domiciliario, con un brazalete en el tobillo en su modesto departamento de Manhattan.
Había pasado el último año y medio en un centro de detención al norte de la ciudad de Nueva York operado por la agencia de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE), condenada por quedarse más tiempo de lo que su visa de turista permitía.
Alemana nacida en Rusia, Sorokin fue arrestada por primera vez en 2017 y sentenciada en 2019 a dos años en una prisión de Nueva York, por cargos que incluyeron fraude. En 2021 fue puesta en libertad antes de tiempo por buena conducta, pero los agentes de la ICE la detuvieron nuevamente.
Bajo libertad condicional, enfrenta una orden de deportación a Alemania desde febrero, contra la cual ha apelado repetidamente.
En una larga entrevista realizada por The New York Times el sábado en su casa en Manhattan, Sorokin dijo que se negó a ser enviada de regreso a Alemania por las autoridades de inmigración.
Cortesía | Netflix
“Dejar que me deportaran habría sido como una señal de rendición, la confirmación de esta percepción de mí como una persona frívola a la que solo le importa la riqueza obscena, y esa no es la realidad.
“Podría haberme ido, pero elegí no hacerlo porque estoy tratando de enmendar mis errores. Tengo mucha historia en Nueva York y siento que si estuviera en Europa estaría huyendo de algo”, afirmó.
Entre 2016 y 2017 Anna Sorokin, más conocida como Anna Delvey, logró engañar a las élites financieras y a las celebridades de Nueva York haciéndose pasar por una rica heredera alemana al frente de un patrimonio familiar ficticio de 60 millones de dólares.
Capaz de construir hábiles mentiras gracias a un aplomo extraordinario, la joven -reconocible gracias a sus grandes lentes de diseñador- logró decenas de miles de dólares de créditos bancarios, viajaba gratis en jet privado y se paseaba en los salones más selectos de Manhattan.
En total, dijeron los fiscales, sus estafas sumaron unos 275 mil dólares.
Sorokin es hija de un camionero y una comerciante rusos que emigraron a Alemania en 2007. Frecuentó el mundo de la moda en Londres y París antes de mudarse a Nueva York en 2013 para la Semana de la Moda.
Su historia inspiró a la productora Shonda Rhimes (Grey’s Anatomy, Scandal), que la convirtió en una miniserie de Netflix, Inventando a Anna, protagonizada por Julia Garner.