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Mercado Morelos de Zamora, más de 100 años de historia con una arquitectura única

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La próxima vez que turistees Zamora, en el Bajío michoacano, acude al Mercado Morelos, sitio de visita obligada que no te puedes perder. Aquí te decimos por qué.

Edificado a principios del siglo XX, durante el esplendor del porfirismo, mediante un sistema constructivo innovador y de vanguardia para su espacio y tiempo, pero con auge en Europa: de estructura metálica preconstruida y armada en el lugar de destino, cuyo ejemplo más representivo es la Torre Eiffel.

El acero estructural fue revestido con cantera y amplios ventanales de cristal francés, ordenado a la Casa Claudio Pellandini y traído en ferrocarril desde la Ciudad de México.

De estilo arquitectónico ecléctico con inspiración en el neoclásico, destaca por sus elementos en el orden corintio.

El recinto está conformado por una planta rectangular con cubierta en dos aguas; los mercados techados se implementaron en México a fines del siglo XIX y principios del XX, acordes a la influencia europea vigente, que reinventaron los parián tradicionales provenientes de la época virreinal española.

La construcción se desarrolló entre 1907 y 1913, con el propósito de ordenar y modernizar el comercio local de la ciudad.

Frente al inmueble se ubica una pequeña plaza presidida por una antigua fuente de base octagonal.

Además del valor histórico del edificio emblemático que lo resguarda, el Mercado Morelos es el lugar idóneo para comprar y desgustar deliciosas golosinas artesanales, típicas de Michoacán, en especial los chongos zamoranos.

Localizado en el Centro Histórico de Zamora, frente a uno de los costados de la Catedral, sus oferentes venden amplia variedad de dulces regionales, como jamoncillos, natillas, cocadas, ates, frutas deshidratadas y cristalizadas, camotes, pan, cajetas y rompopes, entre otras delicias a precios accesibles y que son excelentes opciones para regalar a modo de souvenirs.

Los domingos se ofertan los gaznates, elaborados con crema pastelera sobre pan frito u oblea.

En las amplias y limpias instalaciones, se encuentran además locales de antojitos mexicanos, como tostadas de pata, tacos dorados, enchiladas, tortas y tamales.

También ropa y calzado de la región, artesanías y juguetes tradicionales de madera.