Paradeportistas de Michoacán, rezagados por el Estado

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El que Dafne Alanís Bolaños se haya convertido en una entrenadora de tiempo completo en el deporte adaptado puede ser tomado como una casualidad, pero también como una señal del destino. Cuando enseñaba natación en una escuela particular de Lázaro Cárdenas, de a poco le empezaron a llegar alumnos con algún tipo de discapacidad y sin darse cuenta, al poco tiempo prácticamente ya tenía conformado a todo un equipo.

En entrevista con el Sol de Morelia, la actual entrenadora de la selección michoacana de paranatación hace un recorrido de lo que ha sido su aventura en esta disciplina, en la cual lleva inmersa 19 años, tiempo en el que ha vivido tanto alegrías como frustraciones.

“Hace casi once años llego a Morelia y se me ocurre abrir un equipo, por aquellos años nos cedieron la alberca del ‘Venus’ y a partir de ahí hemos estado recorriendo distintos espacios, pero ya estamos establecidos, con un total de diez ediciones de Paranacionales, fortalecidos y con representantes importantes a nivel estatal”.

A comparación del deporte convencional, señala que se presentan una serie de dificultades que se deben sortear, desde aprender a identificar las características que tienen la discapacidad de cada alumno, el dotarles de atención especializada y hasta el saber adaptar el estilo de nado dependiendo del caso.

Pero aunado a esto, explica que el primer reto siempre es pelear con los fantasmas y estigmas que tienen los mismos padres de familia, por lo que considera que son pocos los entrenadores que se animan a trabajar en el deporte adaptado.

“Con el tiempo entiendes que lo primero que debes hacer es querer, entenderlos, sentir la empatía necesaria y una vez que estás dentro del rol, ya vives y sientes lo que ellos. Más que un talento, yo creo que lo que me ha ayudado es la pasión, el hacer esto con amor y siempre estar buscando algo mejor para trabajar con ellos”.

Pese a que la disciplina de paranatación es de las que cada año otorga más medallas a Michoacán en los Juegos Paranacionales Conade, Dafne Alanís critica que en la entidad no se ha dado un paso importante en cuanto a la valorización de lo que hacen los atletas con discapacidad.

Muy al contrario, refiere que las directivas que llegan al deporte estatal toman a la ligera o no entienden lo que implica preparar a deportistas adaptados, “es cuando se presenta un retroceso, porque somos un estado importante en cuanto al número de personas con discapacidad, pero en lo que respecta al nivel de atención a este sector, estamos en la posición 27”.

Un ejemplo de lo anterior, abunda, se ve reflejado en el Premio Estatal del Deporte, pues mientras en el resto de entidades se entregan dos estímulos económicos, tanto para la modalidad convencional como al adaptado, en Michoacán se margina a los atletas con discapacidad.

“Es algo injusto, en primera, porque la convocatoria marca que deberían existir dos premios, pero en segunda instancia, si solamente se va a dar uno, se deberían valorar más los resultados del deporte adaptado, porque es un hecho que los demeritan y desprecian, no los toman al mismo nivel”.

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Dicho panorama, admite que por momentos le llega a generar frustración, pues admite que se ha vuelto una batalla sin fin el lograr que las creencias o prejuicios se modifiquen en Michoacán; sin embargo, también se sincera al decir que a final de cuentas la pasión se termina imponiendo y se limita a buscar que la dejen entrenar.

“De los niños he aprendido a no rendirme, a que está prohibido decir no y que siempre se debe de ir por la solución. Estoy orgullosa de ayudarlos, desde el deporte adaptado, a abrirles las puertas, las expectativas y los horizontes”.

Sin descuidar a su equipo de paranatación conformado por 33 deportistas, comparte que en el futuro le gustaría tomar el mando de un equipo de la categoría Máster, pues al igual que el sector de personas con discapacidad, lamenta que los adultos mayores también están desprotegidos y olvidados porque la sociedad no ha logrado entender que son capaces, pero que además, tienen el mismo derecho de hacer lo que los jóvenes.